Si hay algo que caracteriza y enriquece a la cultura y la historia de nuestro país, sin ningún género de dudas son los juegos de cartas españolas.
Y es que cuando hablamos de los juegos de cartas españolas, rápidamente se nos viene a la cabeza una sensación de diversión, de bienestar, y en definitiva de ocio que en la mayoría de los casos nos hace rememorar buenos tiempos disfrutando de nuestros amigos o familiares.
Por ello, en este artículo hemos querido hacer mención y por supuesto poner de relieve el significado de las cartas de la baraja española, y en este sentido, nos resulta inevitable hablar de esos juegos de cartas españolas más populares y conocidos en cualquier casa o bar español.
¿Quién no tiene una baraja de cartas española en el armario de su salón? La mayoría de las familias cuenta con mínimo un mazo de cartas españolas, ya que se trata de naipes con las que se pueden jugar de diversas maneras con la única finalidad de divertirse y entretenerse durante largas horas, o incluso interminables tardes, con familia y amigos.
Además, debido a su practicidad, comodidad e incluso su facilidad para ser transportadas, sin olvidarnos de su irrisorio coste, nos garantizan, dependiendo del juego de cartas con barajas españolas al que decidamos jugar, un sinfín de risas, además de fomentar muchas de nuestras facetas como por ejemplo el cálculo, la estrategia o sin ir más lejos, la agilidad mental.
Indudablemente, somos conscientes de que conoces todos y cada uno de los naipes que forman parte de una baraja de cartas española, pero nunca está demás explicar cómo están compuestas las barajas españolas, qué significa cada una de sus cartas e, incluso, cuál es la historia que en ellas abarca, para de este modo entender cada uno de los juegos en los que en este post haremos mención.
¿Quieres saberlo todo sobre la baraja española? ¿Quieres conocer los juegos de cartas españolas más famosos y populares? Coge asiento que empezamos…
Índice de contenidos
Palos y cartas de la baraja española
La baraja española es un conjunto de naipes o mazo que consta de 48 cartas que se clasifican en 4 palos, la cuales se enumeran del 1 al 12.
También es cierto que nos podemos encontrar con ciertos mazos que incluyen dos comodines, lo cuales, son cartas que se diferencian porque no tienen numeración y en la mayoría de los casos se representan sin ninguna imagen, que solo se utilizaran en función del juego al que decidamos jugar.
Por otro lado, los palos de la baraja de cartas española son, oros, copas, espadas y bastos, los cuales están ordenados de manera ascendente.
Hay que destacar que para algunos juegos también existen palos divididos en cortos, los cuales son oros y copas, y en largos que son los bastos y espadas.
A su vez, las cartas de la baraja con número 10, 11 y 12, son denominadas como sota, caballo y rey. Estas cartas representan un cuerpo entero por lo que es el elemento clave para poder diferenciarse de las cartas de la baraja francesa, ya que al observarlas se puede visualizar un recuadro que rodea la figura de cada una de ellas, el cual nos indica el palo al que pertenece dicho naipe.
Historia de la baraja española
Comúnmente se ha sostenido que el origen de las cartas españolas datan del siglo XV ya que fue en ese período cuando se tiene constancia de los primeros juegos de cartas que se introdujeron en España.
En este sentido, la primera referencia histórica que se tuvo sobre las barajas de cartas en España, fue en el Estatuto de Juan I, en el año 1387. De hecho, en el mencionado estatuto, se hablaba de la prohibición del uso de las cartas.
Sin embargo, aunque la prohibición continuara repitiéndose en varias ocasiones más durante la historia, las barajas de cartas en España fueron evolucionando, hasta convertirse en el mazo que tenemos hoy en día.
Desde su origen, la baraja de cartas española no ha sufrido ninguna variación en lo que respecta a sus palos, ya que desde un principio se dividían en oros, copas, espadas y bastos, es más, la propia referencia histórica narra que esos 4 palos representaban las divisiones de la sociedad feudal, es decir, a la realeza, el clero, el ejército y el pueblo.
Ahora bien, aunque es cierto que se intentaron llevar a cabo algunos cambios en los patrones de su diseño, incluso algunos que se hicieron de manera simultánea (como el Patrón, el Cádiz, el de Castilla y el catalán), solo se determinó como definitivo el patrón de Augusto Ríus, el cual fue comercializado por Forunier en 1889.
Dicho patrón obra de Ríus actualmente cuenta con algunas modificaciones pero sin cambiar su esencia sí, sin embargo lo único que nunca varió y que es lo que diferencia a la baraja española haciéndola única en el mundo, es que no cuenta con presencia femenina en las imágenes de sus naipes.
Por otro lado, su fabricación requería siempre de autorizaciones expresas por parte de la Corona Española, medida tomada para evitar posibles trampas y engaños que pudiesen realizar algunas personas debido a que estas cartas podrían ser motivo de disputas.
Además, la baraja española constaba de “pintas” en sus cartas, que son líneas descontinuas en la parte superior e inferior de la carta que cumplían con la función de indicar el palo al que pertenece y así evitar que otras personas visualizaran el naipe.
Sin embargo, tuvieron que transcurrir aproximadamente 100 años para que se añadieran los números y se crearan dos versiones más. Una versión era numerada del 1 al 7 y del 10 al 12, y en cambio, la otra versión, sí incluía el número 8 y 9.
Como se dio por aceptado el origen otomano del cual se presumía, la baraja española empezó a contar con innovaciones iconográficas como:
- El uso de una iconografía de cuerpo entero para todas las figuras.
- La sustitución de la «reina» por el «caballero» que se realizó con posterioridad al siglo XVI
- La iconografía de un hombre con claros rasgos femeninos que representa el paje o la sota.
Juegos de cartas españolas
Una vez que hayas comprendido tan interesante historia y composición de las cartas españolas, lo adecuado será empezar a usarlas en tus juegos de cartas españolas. A continuación indicaremos las reglas y objetivos de 7 de los juegos de cartas españolas más famosos, clásicos y fáciles que forman parte de la cultura de nuestro país:
La brisca, ¿cómo se juega?
El juego de la brisca, indudablemente se juega con la baraja de cartas española y se inicia con el jugador situado a la derecha de la persona que reparte las cartas, es decir, este debe jugar una carta que dejará descubierta sobre la mesa, de tal modo que cada vez que llegue el jugador al que le corresponde el turno, podrá jugar cualquier carta sin obligación de usar el palo ni jugar triunfo.
Simplemente para que puedas entenderlo mucho mejor, pueden ocurrir los siguientes supuestos con los cuales los jugadores podrán ganar:
- Si las cartas son de palos distintos y ninguno es “vida”, se las llevará el que lanzó la primera carta.
- Si las cartas son de palos distintos, pero en este caso uno es “vida”, se las llevará el que lanzó el palo de triunfo.
- Si ambas cartas son de palo de triunfo, se las llevará el que echo la carta con el número o valor mayor.
Gana la partida aquel jugador con mayor carta jugada del palo de triunfo, aunque también aquel que presente la carta más alta del palo de salida.
El cinquillo, ¿cómo se juega?
Típico juego de cartas españolas, en el cual comenzará la partida aquel jugador con el 5 de oros.
Se colocarán las cartas sobre la mesa y se agruparán por oros, copas, espadas y bastos. Cuando corresponda su turno, cada jugador deberá tirar una carta del mismo palo mientras sigue la escalera más alta o más baja de las cartas que hay en la mesa.
A continuación, deberá tirar un 5 de otro palo, y tendrá que pasar el turno en caso de que no pueda colocar ninguna de las cartas que tenga en su mano.
En cada ronda está la obligación de salir con un 5 de cualquier palo y ganará el primer jugador que se quede sin cartas.
En cuanto a su puntuación, cada ronda ganada va sumando 5 puntos al jugador, además de un punto por cada carta que les haya quedado en mano a sus contrincantes al finalizar la ronda.
El mus, ¿cómo se juega?
Indudablemente, un clásico entre los juegos de cartas españolas. Se debe jugar con una baraja de cartas españolas de 40 naipes y se pueden usar garbanzos o piedras que cuenten como amarracos.
Los amarracos son los que se usan para apostar y se colocan en el centro de la mesa para que cada jugador vaya cogiendo los que les correspondan a medida que vaya sumando puntos.
En una partida de mus juegan 4 jugadores que se dividen en parejas para jugar cada una de las “vacas”, las cuales deben ser de 3 a 5 juegos.
Para ganar cada “vaca” los equipos deberán ganar un número de juegos previamente determinado, y aquel que primero gane una partida será el equipo ganador final.
El tute, ¿cómo se juega?
Otro de los más afamados juegos de cartas españolas es el tute. Al tute se puede jugar de varias modalidades con un máximo de 4 jugadores y un mínimo de 2.
Su objetivo es sumar “tantos” usando la baraja española de 40 cartas.
Inicia el juego el jugador que va de mano, usando cualquiera de sus cartas, y los demás jugadores deberán tirar una carta basándose en la primera sobre la mesa.
La carta que coloque cada jugador debe ser con carácter general, obligatoria del mismo palo que el de inicio y con mayor valor a lo que está en la mesa, aunque también puede ser una carta del mismo palo pero de valor inferior en caso de que la tenga, una carta del palo del triunfo de valor superior a cualquier otra encima de la mesa, o cualquier otra carta que sea de triunfo o no.
Antes de iniciar, los jugadores deberán determinar la cantidad de juegos de los que constará la partida, y para ganar a este juego de cartas españolas se debe hacer un tute de caballos, un tute de reyes o alcanzar 101 tantos sumando el valor de las cartas ganadas.
La escoba: así se juega
El juego de la escoba se inicia repartiendo 3 cartas de la baraja española entre cada jugador, y a continuación se deben colocar encima de la mesa otras 4 cartas boca arriba.
El jugador que empiece debe jugar primero una carta buscando conseguir una baza.
Cada jugador determina su turno guiándose por el sentido del horario, y deberán jugar la carta que más le convenga dentro de las que le fueron repartidas.
Los jugadores deberán colocar una carta con el fin de que sume 15 puntos con las descubiertas del centro de la mesa.
En cualquier caso, en este juego de la baraja española, la idea siempre es tomar como referencia a los palos de oros y los 7, ya que son cartas que más puntúan junto a las escobas.
Las siete y media, ¿cómo se juega?
La siete y media es un juego de cartas españolas que consiste en obtener siete puntos y medio como lo indica su nombre, o en su defecto, acercarse a esa puntuación lo máximo posible.
Cada uno de los naipes vale tantos puntos como el valor que indica su propia numeración, a excepción de aquellas que solo tienen figuras, las cuales tienen un valor equivalente a medio punto.
Para poder jugar, debe haber uno de los jugadores que cumpla con el papel de Banca y el cual será el encargado de hacer las operaciones necesarias y vigilar la suma de los naipes de cada uno de los jugadores.
Se inicia con una apuesta dentro de un rango también fijado previamente entre los jugadores y, luego cada uno deberá decidir en su turno si desean recibir más cartas del mazo o indicar si se planta.
Si una vez repartidas las cartas el jugador no logra el 7 y medio con las que tiene en la mano, deberá arriesgar (si quiere) pidiendo más naipes con la finalidad conseguir las 7 y media o quedarse lo más cerca posible de esta cifra.
En cambio, si en el turno el jugador sobrepasa esa puntuación de siete y medio, tendrá que mostrar todas sus cartas dando por perdida la apuesta de manera inmediata.
El chinchón: así se juega
Como última opción clásica de juego con cartas españolas, mencionaremos el chinchón. El chinchón es un juego de cartas españolas al que se juega a 70 o 100 puntos, dependiendo de lo que prefieran los jugadores.
Ante de su inicio, cada uno de los jugadores deberá poner en un folio o papel la cantidad estipulada y, en cada juego, cada uno de los integrantes de la partida deberá ir colocando en su cuenta los puntos como sumen las cartas que le quedaron sin combinación.
Se elimina a aquel jugador que sobrepase la puntuación previamente establecida, y por otra parte, gana aquel último jugador que en su recuento no haya llegado al total de la partida.
También hay que hacer mención a que cada jugador eliminado de la partida tendrá el derecho a uno o más reenganches (término del juego), y solo podrá hacerlo con la puntuación del jugador que la tenga más alta en ese momento, al mismo tiempo que deberá hacer constar dicha puntuación de nuevo en el folio o en el papel.
Ahora que ya conoces las diversas formas de juegos con barajas españolas, lo único que te faltaría sería reunirte con tu grupo de amigos o con tus familiares para empezar a disfrutar de cualquiera de los juegos de cartas españoles que te hemos mencionado en este artículo.
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